4 Noviembre 2001 3:30am
Khatia Gate, Madhya Pradesh.
Un murmullo nocturno, constantemente lejano, arrulla nuestros sueños.
Y de vez en cuando alguna criatura se escucha cercana en su andar furtivo
y casi silencioso. Son los rumores del bosque siempre verde que recibe el
final de la noche al final del monzón.
Un sobresalto invade el ambiente, se
sienten los pasos de gigantes en los alrededores, y es su peculiar sonido,
cual trompetas que anuncian la batalla diaria: son los elefantes que entran
a Kanha, que mucho antes de que salga el sol buscan a la criatura mística
que con su andar ufano y silencioso, alborota a todas las aves, los monos
aullan desde los árboles, los venados emiten un grito apagado que alerta
sus sentidos, y una a una las especies del bosque se unen en actividad creciente.
Es el momento único en el que la jungla florece frenética al paso
de los tigres.
Bello, solitario y furtivo. Fascinante, codiciado y vulnerable. La India, junto Sibera, son el último refugio del felino más grande del planeta. Su andar solo es posible en grandes extensiones de territorios naturales sin depredación humana.
Después de pasar por la reserva de Panna sin ver ni una huella de tigre, nos dirigimos a Jabalpur por tren, ciudadela en el centro de la India donde los Thugs, mejor conocidos como Los Estranguladores, adoradores de Kali, tuvieron su centro de operaciones. Pasamos la noche y tomamos un camión que por 8 horas anduvo con velocidades máximas de 35 kmh y nos condujo hasta Khatia Gate.
Khatia Gate es la entrada primaria al Oeste del parque Kanha, uno de los parques naturales protegidos más grandes del mundo. Desde el momento de nuestra llegada los eventos fueron extraordinarios (ver la historia "Fiera Nocturna") En la madrugada los elefantes nos despertaron desde muy temprano, la cita era a las 5:30 am en la puerta del parque ahí estaba nuestro guía en un jeep hindú convertible doble tracción, equipado con un silenciador especial. La puerta se abrió a las 6:00 am, de ahí avanzamos 3 kilómetros hasta la entrada principal: Kisli.
Ya en Kisli otros 35 jeeps con sus respectivos expedicionarios aguardaban el momento para entrar. Es decir que existen varias puertas en el perímetro para proteger a los tigres de los cazadores furtivos. En Kisli se pagan los permisos y se asigna un guardabosques a cada vehículo.
La puerta principal se abre cada día a diferente hora, esto es porque el momento preciso es cuando despunta el sol. Ahí estábamos todos listos, titiritando de frió a la luz de una luna casi llena, con los autos encendidos esperando que el oficial principal diera la señal y se abriera la puerta, parecía la salida de una carrera de autos. El cielo clareo y con el primer rayo de luz entramos al parque. Primero era una hilera interminable de autos, en menos de un kilómetro se dividió la brecha en dos, luego mas desviaciones y poco a poco quedamos solos. El bosque de Kanha es impresionante, la oscuridad es casi total aún a medio día, no se permite encender las luces.
Pronto vimos en el piso las huellas de las garras mas formidables que jamás halla visto en mi vida campirana. Aquí es la tierra de animales formidables - pensé mientras trataba de ver entre el espeso bosque alguna criatura del lugar.
Andando entre estos caminos en silencio pedí de corazon que la naturaleza fuera generosa y se mostrara un felino.
Las horas pasaron y nada. Encontramos a uno de los elefantes y no habían encontrado Tigres. El respeto que tienen los hindus por la flora y la fauna es un ejemplo, vimos cientos (o miles) de venados, pavo reales, aves exóticas. Del Real Tigre de Bengala (Panthera tigris tigris) veíamos huellas que cruzaban las brechas recónditas, a veces las huellas se veían por 500 metros y después se perdían en el bosque para reaparecer más adelante.
En una pradera vimos a otro de los elefantes, iban camino de un tigre que recién había matado una presa. El tigre caza solo, intenta 20 o más veces antes de tener éxito. Los animales con los que coexiste se unen para avistar Tigres y Leopardos, la señal de alarma de un Faisán es reconocida por Monos y Antílopes, cada especie reconoce el llamado de alarma de la otra. Cuando los felinos acechan a sus presas tienen que evitar todos los ojos de la jungla, si cualquier animal ve al tigre, este da la voz de alarma y el acecho del Tigre tiene que empezar de nuevo. Después de varios intentos capturan a una presa, están tan hambrientos que devoran decenas de kilos de carne en una "sentada", están tan exhaustos que duermen por 12 o 14 horas seguidas.
Cambiamos el jeep por un elefante hembra y empezó un paseo inolvidable por lo más denso del bosque, esquivamos ramas que el elefante pasaba por debajo, cruzamos un arroyo y cuesta arriba nos acercamos a un lugar más plano, donde ya estaban otros 2 elefantes. Ahí frente a nosotros yacía dormido un majestuoso Real Tigre de Bengala macho, era un animal enorme, de 12 años según decían. Callados y asombrados todos los ahí presentes solo se escuchaban las cámaras fotográficas disparando una y otra vez. Los elefantes se movían alrededor a unos 15 metros del tigre para que tuviéramos un diferente ángulo. El Tigre tenía un color rojizo-amarillo con rayas negras delgadas al frente y más gruesas atras, su pecho y abdomen blancos. No pude evitar pensar en los cazadores de tigres (como el rey Jorge V de Inglaterra) que cazaba tigres de esta forma: Llegaban al tigre justo como nosotros y dormido el animal era victimado a corta distancia con rifles de alto poder y con todas las ventajas ¡Vaya valientes!
Por mi parte no tome muchas fotos, cuando nos movíamos alrededor y dejábamos de verlo, tomaba la cámara y cuando aparecía entre la vegetación disparaba una foto, a mí manera cazaba al tigre en rollo de 35 mm ASA 800, la mayor parte del tiempo admiraba la respiración del precioso habitante de la jungla.
Uno de los elefantes, que estaba enfrente del otro lado del tigre, no resistió el antojo de unas hojas de bambú y comenzó a jalar la planta, cuando la rama hizo crack, el tigre despertó. Su pelaje se erizó y lanzó un trepidante rugido. Todos temblamos de susto y sorpresa, elefantes incluidos. Tome la foto del momento preciso en que el Tigre preparaba su salto apuntando hacía su objetivo (ver foto que con film ultra rápido salió movida) el rey de la selva reacciono para caer sobre los colegas del elefante comilón ¿De éxtasis a tragedia en solo un instante? El Tigre al ver que era un elefante, el cual es un animal demasiado grande para matar y no son enemigos naturales, se relajó y se echo retozando al piso como un lindo gatito. Los fotógrafos alemanes y el dueño del elefante decidieron que era suficiente, dieron media vuelta y se alejaron, nuestro Mahut nos dio otros 5 minutos que se fueron como agua y dejamos al tigre en su reino.
Al dejar de ver el Tigre sentí que mi largo viaje a la India terminaba ¿Cuánto tiempo mas viviran los tigres en la selva?
Regresamos al jeep y procedimos a deambular por las brechas de Kanha, la mayor parte del tiempo andábamos solos, de vez en cuando nos cruzábamos con otro Jeep. Al recibir el viento en la cara daba gracias por este viaje.
Acabábamos de pasar una "Y" cuando el guardabosques reconoció como recientes unas huellas de tigre, sin decir palabra dimos vuelta en "U", la excitación en su cara nos contagio, por otro camino nos juntamos con otros 2 jeeps, a señas y en sliencio nos dirigimos de nuevo hacia la "Y" ¡Sorpresa! De frente nos topamos a un tigre a galope, ahora el tigre sorprendido con los vehiculos tan cerca dio media vuelta y se echo a correr, los 3 jeeps a toda velocidad intentamos seguirlo pelando el espacio disponible de la brecha. Nuestro guía con 2 llantas fuera del camino aceleró y rebaso a uno de los jeeps, Gabriela y yo sacábamos nuestras cámaras mientras hacíamos equilibrio en esa persecución.
Ese felino era mas joven, según dijeron los expertos, un macho de 5 años, de un color rojo más fuerte que el primer tigre y con las rayas negras más gruesas. El tigre era claramente más veloz que nosotros y se alejaba rápidamente, pude tomar 2 fotos: una con el tapón todavía puesto y otra que guardo como un Tesoro. El Tigre se detuvo a unos 200 metros, los jeeps se detuvieron para no asustarlo. Con su mirada de tigre nos observó unos segundos como para dejar en claro quien mandaba y salto para perderse en la jungla. Lo buscamos en los caminos cercanos sin suerte, fuimos a una represa cercana y nunca llegó -Son muy afortunados. Nos decía el guía- pocos ven un tigre y en una mañana ustedes ya vieron dos. -Quiero más- le conteste. Todavía pensaba hacer 2 safaris mas.
El resto de ese safari paso como en una nube de éxtasis, el peso de todo el viaje, todos esos kilómetros en avión, tren, camión, a pie, en jeep y elefante cayeron sobre mis hombros. Al salir a las 11am me llevaron a las oficinas del parque a registrar nuestro avistamiento. Sorprendió ser apenas el numero 13 de la temporada 2001 (ver foto del libro de avistamientos) 12 de tigre y 1 de leopardo.
Volvimos ese mismo día al safari de la tarde, que empezó a las 4:00 PM, con la motivación de ver más tigres nos internamos en Kanha por segunda vez. Escuchamos señales de alarma, vimos manadas de venados emitir la señal de alarma y mirar en una dirección pero del tigre no dejó ver sus rayas. Ya casi para terminar la tarde íbamos por una bajada junto a una cañada que corría del lado derecho del camino el guardabosques detectó huellas recientes de tigre, de abajo se escucharon 2 jeeps que subían hacia nosotros a toda velocidad ¡Shere! -dijo y el chofer acelerando el paso, la adrenalina fluyó. Nos topamos con los jeeps que venían subiendo ¿Dónde quedo el tigre? Las huellas del tigre contaban la historia: había estado sobre el camino y al escuchar los jeeps y sentirse rodeado brincó a la cañada con lo que debió ser un salto enorme y desaparecer en el bosque. Casi nos topamos con un tercer tigre. Así terminó el segundo safari.
El tercer safari fue desconcertante, vimos fauna de todos tipos, huellas y llamadas de alarma pero nada, ni nosotros ni nadie vio un solo Tigre. Al salir fui a tomar la foto del libro de visitas, 7 avistamientos hubo durante nuestra estancia de tres dias, esto es que 120 jeeps que entraron, únicamente 7 tuvieron la suerte y el privilegio de ver Tigre.
Una familia de hindúes que conocimos camino a Kanha no vio
Tigre y el padre dudaba que quedaran Tigres en la reserva, un amigo visitó varias
reservas como Ranthambore y tampoco vio Tigres. En 2005 en
Kanha y otras reservas de la India hubo casos de tigres cazados con trampas
para obtener su piel y sus huesos, se averiguó que varios guardabosques estaban
involucrados.
En el parque nacional de Sariska se extermino
hasta el ultimo tigre de esta manera. El proyecto Tigre fué cancelado por la
corrupción. Dios salve al Tigre.
Pepe Leyva.