"... el otro piloto era novato, con poca experiencia como para hacer giros repentinos y sin tener muy claras las reglas de tráfico..."

Entre los pilotos que salen a volar cada domingo hay de todo, desde recién graduados hasta veteranos del vuelo libre. En perspectiva los más experimentados tienen una mayor conciencia de sus limitaciones en el aire que los pilotos novatos, entendiendo por novato cualquier piloto con menos de 2 años de vuelo y que no cumpla al menos 100 vuelos. Esta clasificación no es una prerrogativa aislada de un individuo, es el logro de la F.A.I. y los organismos nacionales de muchos países que intentan hacer crecer este deporte mediante la regulación de la actividad, tanto en ala delta como parapente (más información en el artículo de SafePro y ParaPro). En México existe un desequilibrio entre un organismo nacional y los practicantes ya que existe cero regulación.
Por un lado los instructores son los que aportan la semilla de nuevos pilotos. Partiendo que el instructor cobra una cantidad mínima (cantidad que por cierto, no hace rico a nadie) por la instrucción, al no haber una línea clara que indique que instrucción debe aplicarse a los alumnos surge la siguiente cuestión: ¿es válido que el instructor gradúe a sus alumnos a ojo de buen cubero y que despúes de una eventualidad se lamente que así es este deporte? Otro punto delicado es el aprendizaje post graduación, que se da cuando los novatos e intermedios suben insospechadamente de nivel y eventualmente llegan a volar alas y condiciones muy por encima de su capacidad y experiencia tomando riesgos que seguido desconocen. Al no haber una regulación sobre los conocimientos de aerodinámica, condiciones climatológicas, equipo, deportivismo y reglas básicas que se necesitan aprender, sin olvidar los ejercicios a practicar, el novato se aventura solo a un aprendizaje cuesta arriba que pocos asimilan quedando truncadas sus aspiraciones voladoras al no poder subir la larga curva de aprendizaje que tiene el vuelo. El novato compra su equipo de vuelo: paracaídas, radio, vario y GPS y seguro que el costo que pagó por esta tecnología le ayudará a solventar las situaciones conforme se vayan presentando, y quizás algún piloto más experimentado lo sacara de apuros con el comando de rádio en el preciso y sobre todo precioso momento "Derecha... Derecha..."
Esta historia de colisión con un novato la manda Sten Maldonado y la quiere compartir con todos nosotros.

12 de Octubre no se olvida Poco a poco fueron llegando todos los pilotos y la prueba se puso para una carrera a gol de 24Km, La ventana se abría a las 13:00 y el tarp de salida, 30 minutos después. Mi equipo estuvo listo desde las 12:00, y el Sate me dio las últimas indicaciones de uso de su GPS de respaldo (que después se arrepintió de haberme prestado). Las condiciones habían bajado y los que acababan de despegar estaban rascando primero enfrente, en la termal de la casa y luego en el siguiente dedo de la izquierda. Me detuve un momento a pensar que tanto debería esperar a que pasara el ciclo bajo, pero no esperé suficiente y un par de mini termales después estaba en el aire. El James venia detrás de mí y juntos empezamos a tantear ?el dedo? de casa y con mucho trabajo ganamos algo de altura. La deriva nos estaba mandando al siguiente dedo, donde el segundo gagle seguía rascando, pero pronto la perdí y mejor regresé al dedo de casa a volverla a buscar y a esperar que se desprendiera ?la buena?. Según recuerdo estaba relativamente solo, y empecé nuevamente a girar los primero ceritos y jalones que recibía en la vela. Estos giros rara vez son circulares y mas bien se va siguiendo un patrón que obedece al pitido del vario y a la sensación en los conductores. Al estar haciendo uno de esos giros a la derecha y en dirección al despegue vi a otra vela dirigiéndose hacia mi y ya a una distancia preocupante. Cerré más el giro para salir de su trayectoria esperando que el otro piloto girara a la derecha aunque sea un poco, pero no lo hizo. El encuentro parecía inminente y solo me preocupaba que no fuera con el cuerpo por que hubiera sido un chingadazo a unos 60 Km/h. No fue así y sólo alcance a ver al piloto que pasaba por arriba y a la izquierda de mi a unos 2mts de distancia de mi, y sin saber si la había librado o no, escuche el ruido de mi vela al chocar con sus líneas. Pensé que se iba a liberar sin mayor problema pues no ví que tanta vela había agarrado, cuando empecé a girar hacia atrás. - Oh oh... esto es un negativo ? realice inmediatamente, pero no inducido con el freno, por lo que subir la mano no tenia ningún efecto. Conforme se aceleraba la vela y sentía las G?s, frenaba mas el lado derecho para reducir la velocidad del giro, hasta que entré en full-stall mientras que oía la alarma de sink del vario sonar y me asomaba por un lado para calcular mi altura. Estaba muy bajo para mi gusto. Como ya no tenía la sensación de estar girando en el negativo, subí las manos para salir del full stall, pero la vela no se había estabilizado por la inercia de los giros anteriores, e inmediatamente comencé a girar en negativo hacia el otro lado. Repetí la maniobra, pensando en que en cualquier momento sentiría las ramas de los árboles rozarme. La alarma de sink no dejaba de sonar, cuando nuevamente trate de salir del full stall con una nueva abatida muy violenta, que trate de detener con los conductores. Nada. Estaba fuera de control y ya había abusado mucho de mi suerte y la poca altura que tenia. Sin pensarlo nuevamente y agradeciendo que aún estaba en el aire, busque el maneral del reserva y lo jale con fuerza. No salió ni al primero ni al segundo jalón. Lo único que me faltaba. Al soltar el freno para tomar el maneral, la vela estaba más rabiosa que antes. Tercer intento. Por fin sale el reserva del contenedor y lo lanzo con fuerza. Nuevamente busque el freno derecho con la mano, pero casi inmediatamente siento el jalón del reserva al abrir. Uuuf..., respiro profundo y me concentro en cancelar con los conductores la vela que ya estaba delante de mi. Habrán sido solo unos 3 o 4 segundos por que apenas le pude dar 4 vueltas a las líneas del freno cuando empecé a sentir y escuchar las ramas. Entre la confusión solo veo verde todo a mi alrededor, hasta que finalmente me detengo, no sé si con el arnés, con las piernas o con que, pero estoy bien sentado en el arnés, a la altura del suelo y sin sentir ningún tipo de dolor. Mi corazón latía con fuerza, pero en cierto modo me sentía al mismo tiempo feliz y enojado. ¿con quién me di?,¿por qué no salió la vela? Durante el bailoteo, en 2 ocasiones pensé que iba a poder seguir volando. Ni maíz. Bueno, ya estoy en tierra sano y salvo. Me salgo rápidamente del arnés para reportarme por radio, el cual está lleno de transmisiones de todo tipo. Pura confusión. En el primer momento de silencio, me reporto, y aunque sigue el desorden por que me confunden con algún otro piloto, poco a poco se va a aclarando y eventualmente recibo indicaciones de para donde caminar. Algún piloto que pasa por arriba me grita para saber si estoy bien. Si, si estoy bien gracias a Dios, y a ese poder superior que permitió que se resolviera el incidente sin mayores problemas... Ahora, a bajar el ala, el reserva, etc. Afortunadamente tengo todo lo que necesito: agua, galletitas de avena, lámpara y demás. Me informan por radio que vienen 2 personas a ayudarme. ¡que bueno! Bajar el ala y el reserva se ve complicado, ambos están como a 3 metros y agarrados por varios árboles de diferentes tamaños. Al final no llega nadie. Aunque desde el aire la zona no se ve ni muy arbolada ni densa, en realidad no se puede ver a mas de 10 metros. No hay ninguna vereda ni camino. Eventualmente logro bajar el equipo que se ve en buen estado, lo guardo y comienzo a caminar en busca de mis rescatistas. Al Miguelón y al otro brother, los encuentro tras unos 45 minutos de caminata, tratándonos de localizar con chiflidos y a gritos. Claro, ellos vienen de subida y en la espesura es muy difícil avanzar. Por fin nos encontramos y con mucha alegría iniciamos juntos el descenso del cerro. Todavía nos tomó un buen rato llegar a donde estaban los coches. Han pasado unas 4 o 5 horas desde el incidente. Por el Miguelón me enteré que el otro piloto era novato, con poca experiencia como para hacer giros repentinos y sin tener muy claras las reglas de tráfico. Aquí no hay culpas. Solo experiencias y aprendizajes. Para él otro piloto, seguramente serán las reglas de tráfico y el mantenerse a una buena distancia de los demás pilotos. Para los organizadores, instructores y la federación: REGLAS MÁS CLARAS SOBRE CUANDO, DONDE Y EN QUE CONDICIONES DEBEMOS SACAR A LOS ESTUDIANTES A VOLAR(marcarlos, siempre es una buena idea). Y para mi, sobre todo para mí; estar mucho más conciente de lo que pasa a mi alrededor, sin importar si es competencia, si todos son expertos o no, sin creer que por tener 10 años de experiencia estoy salvado, o que puedo recuperarme de cualquier situación. Y tampoco olvidar que las velas 2-3 no salen de las broncas tan fácil. ?Lo bueno es que todo salió bien?, es la frase que más he dicho y escuchado últimamente. No perdamos la conciencia de que este deporte es serio pero para divertirse. Aprovecho para agradecerles a todos sus buenas vibras y deseos. Nos vemos en la próxima.... xSten